10/18/2016

Si se puede amar a dos al tiempo - You can love two at the same time



Con motivo de la “semana familiar” como se le llama popularmente a la segunda semana de octubre que conmemora el día de la raza en Colombia, el estado incentiva el turismo y descanso en nuestro país y aunque inicialmente habíamos pensado en no salir de la ciudad, a última hora me he ido con los niños a la fantástica como se conoce ahora a mi adorada Cartagena.

Y es así que cogimos maletas a pasaron el puente en esta bella ciudad, solo los 3, una experiencia diferente desde todo punto de vista. Lo primero fue pensar en que como era un viaje de relax todo iba a ser diferente, así que desde la maleta que fue supe liviana hasta los programas fueron diferentes.

El clima no ayudo mucho, pues llovió todos los días, unos más que otros, así que playa y piscina, estuvieron reducidos a lo que las gotas de lluvia entre truenos y relámpagos permitieron, pues la alarma se encendía en el hotel donde estábamos y evacuaban la zona de inmediato.

A pesar der ello, hicimos planes diferentes, del cual quiero destacar el que más disfrutamos en cuanto la lluvia nos dejó. Era una sorpresa que hace rato les tenía preparada y por diferentes razones no se había podido dar, de hecho era una experiencia que los niños siempre habían querido vivir en Europa y en los famosos “segway” o paseos sobre ruedas.

Mis hijos, especialmente el mayor están en una edad  transitoria, de 13 y 11 años, que dificulta  la ubicación de actividades, pues no son niños pero tampoco son adolescentes, pero esta actividad encajo perfecta para ellos.

Aunque yo tenía todoooo el temor del mundo pues no soy buena para las prácticas de adrenalina, y esta para mí lo era, me llene de valor y lo hicimos, previendo las normas y medidas de seguridad pertinentes.
Ver sus caras de sorpresa y felicidad, créanme no tiene precio, disfrutaron como nunca su paseo por la ciudad histórica, recorriendo como si fuera primera vez sus calles y murallas, y mientras yo tuve que ir todo el tiempo con el guía, ellos aprendieron y se defendieron como peces en el agua manejando este novedoso transporte turístico entre las calles del corralito de piedra.

Disfrutando del tour en Segway
Las fotos hablan por sí solas… les dejo esta actividad para que la contemplen con sus hijos en sus viajes a esta ciudad o a donde la encuentren en sus viajes… pero sin duda lo más importante fue el tiempo de calidad que viví con mis dos amores, sin horarios, sin reglas, con mi hijo mayor sintiéndose responsable de su mama y su hermana y con la chiquita aun celebrando su reciente cumpleaños… ¡¡¡momentos inolvidables y para repetir como nos los hemos prometido!!!

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